Aporte del Partido Comunista Revolucionario del Uruguay

a la VII Conferencia Internacional

(Contribución abreviada)

 

Informe sobre la situación en Uruguay

 

Situación económica

La actual situación económica de nuestro país se caracteriza por una importante recesión instalada desde fines de 1998 a consecuencia de la crisis capitalista internacional, de sobreproducción, y de sus expresiones más destacadas -las crisis “asiática”, “rusa” y “brasilera”-.

El 13 de enero de 1999, cuando la devaluación brasilera, se da un salto en los fenómenos recesivos ya instalados, produciéndose en el correr de ese año una caída de la producción global (PBI) del 3,2%.

El 13 de enero del ‘99 se produce un cambio radical en la política monetaria de la región, el MerCoSur, ya que en Argentina, Brasil y Uruguay se venía produciendo un atraso cambiario desde hacía varios años, instalado con el Plan Real en Brasil, la convertibilidad en Argentina y en nuestro país con una política monetaria de cierta flotación. El atraso cambiario brasilero, o sea, la sobrevaloración del real frente al dólar, era superior a la de Uruguay. Esto permitió durante años un aumento importante de las exportaciones hacia Brasil y una cierta “competitividad” en la región en aspectos importantes como el turismo. La devaluación brasilera corta un ciclo donde se favorecían las exportaciones de Uruguay, y provoca también movimientos comerciales en sentido contrario: exportaciones brasileras a nuestro país, mayor contrabando, y también un cambio en la corriente turística argentina que, a partir de entonces, es atraída en gran medida por los precios más bajos de Brasil (en los servicios, alimentos, etc).

Hay que tener en cuenta que el atraso cambiario uruguayo, profundizado durante 7 años, había traído un déficit muy grande en la balanza comercial con el resto del mundo; que las exportaciones al MerCoSur, que venían siendo mayoritarias, tanto a Brasil como a la Argentina, son afectadas ahora; y que el turismo (80% argentino) equilibraba en ese entonces el déficit de la balanza comercial, ya que ascendía a 1.000 millones de dólares -cifra equivalente al 40% del total de las exportaciones-.

A su vez, el gobierno ya se ha asegurado mayor capacidad de endeudamiento externo, el establecimiento de sociedades anónimas como propietarias de tierra, etc. Las leyes de urgencia en su conjunto aumentan además las privatizaciones de las empresas públicas e incluso se cambia el estatuto de cooperativa con intervención estatal a la principal industria del país, CooNaProLe (industria láctea), para facilitar su “asociación” con los voraces monopolios imperialistas del ramo. Hay una infinidad de temas más, también importantes, incluidos en el presupuesto, que no mencionamos acá.

Quisiéramos también decir algo acerca del MerCoSur, creado en 1991 con el cuento de la integración y de un gran mercado de 200 millones de habitantes. Hemos comprobado que, en realidad, esto es una integración de los monopolios imperialistas instalados en la región para superexplotar a nuestros trabajadores y las riquezas de nuestros países, aumentando en gran forma la desocupación, la miseria y la pérdida de la soberanía nacional en sus diversos aspectos: endeudamiento, venta de empresas públicas, condicionamiento permanente al FMI, etc. En Uruguay esta política se ha dado con ciertas particularidades, ya que se han rebajado unilateralmente los aranceles al resto del mundo en mayor escala que lo establecido en el MerCoSur, o sea, se ha generado una mayor apertura hacia la región y al mundo. En estos momentos de crisis regional, el actual gobierno viene propagandeando la integración con el NAFTA, en un futuro ALCA. Este hecho está marcando, quizás, un cambio en la correlación de fuerzas de los monopolios imperialistas en nuestro país, donde en general han estado todos pero incidiendo más los yanquis, como gran acreedor y en el sector financiero. En cuanto al comercio exterior, en los últimos años de alguna forma estuvimos en un MerCoSur que apuntaba sus exportaciones hacia Europa. Es visible un aumento de las exportaciones de carnes y otros productos a EE.UU. en estos últimos años y un descenso relativo de las exportaciones a Europa. Con la URSS se mantuvieron durante décadas importantes relaciones comerciales pero ahora se han detenido casi por completo. China es el comprador más importante de lanas y compra también algunas carnes uruguayas.

 

La Situación en el Uruguay, septiembre 2001

Situación Económica

Lo más característico es la profundización de la recesión. Para este año se prevé un crecimiento negativo de entre 1,5 y 2 %.

Otras cifras para este año son:

-         déficit fiscal: 4%

-         devaluación programada: 14,5% (se duplicó)

-         inflación anual: 3,5%

-         exportaciones año 2000: US$ 2.300 millones / importaciones: US$ 3.500 millones

-         desocupación 2001, según cifras oficiales: 16%

-         70.000 jóvenes emigraron por año, tanto en el 2000 como en el 2001

 

En medio de esta crisis el gobierno ha logrado en este año y medio imponer importantes privatizaciones, como la de la Playa de Contenedores del Puerto de Montevideo, que fue adjudicada a una empresa belga (SeaPort) en alianza con un grupo económico de plaza. También se realizó un ajuste fiscal con aumento de impuestos al consumo y una corrección de la política cambiaria, respondiendo a la inestabilidad cambiaria de la región (principalmente la devaluación del Real, que ha pasado de 1,2 por dólar en enero de 1999 a 2,7 hoy, y la corrección de la política cambiaria en la Argentina).

Están en curso privatizaciones de gran importancia que abarcan las principales empresas públicas del país, de refinación del petróleo y su distribución, producción eléctrica, telefonía celular, producción de agua potable y saneamiento en el interior del país, desmonopolización de seguros, etc. En estos momentos está en marcha un plebiscito (ya hubo varios que se perdieron) que se plantea luchar contra la privatización de la telefonía celular. Este método de lucha, que tuvo gran éxito en 1992, ha quedado en realidad inservible para lograr los objetivos planteados.

En otro orden de cosas, la crisis económica internacional de sobreproducción ha tenido consecuencias sobre la plaza financiera uruguaya. Han cerrado dos importantes bancos: Eurobanco y Real (este último es el principal banco estatal de Brasil). Recientemente el Banco Surinvest redujo su plantilla de trabajadores a la mitad (sus principales capitales pertenecen al Banco Hong Kong-Shangai y al Banco Mundial).

Otra cuestión de importancia en el debate político y económico es el acelerado proceso de discusión sobre la integración en el ALCA. Esto también está generando una importante lucha entre los sectores pro-europeos -que de alguna forma se oponen- y los pro-yanquis.

Se siguen produciendo importantes cierres de fábrica. Una de las principales textiles del país (Sudamtex) -que tenía 600 trabajadores- ha cerrado sus puertas. Han cerrado este año varios laboratorios, empresas químicas, comercios, etc.

La crisis en el agro fue muy dura y se agravó sobremanera por la aparición de la Aftosa, que produjo además una caída de US$ 100 millones en las exportaciones para este año.

 

Situación Política Actual: Las elecciones de 1999

Para interpretar la actual situación es importante tener en cuenta los resultados de las pasadas elecciones. En primer lugar, habría que señalar que el Frente Amplio, un frente reformista de izquierda, había perdido las elecciones de 1994 por 20.000 votos (un 1%), recibiendo 610.000 votos, lo cual condicionó lo principal de la lucha política en nuestro país en los últimos años.

En 1996 los partidos tradicionales de la oligarquía y el imperialismo, el Partido Colorado y el Partido Nacional, triunfan también por muy pocos votos en un plebiscito donde se impone una reforma electoral constitucional que en esencia instala el balotaje, una segunda vuelta donde seguramente se podrían aliar ambos partidos. Esto sucedió, al obtener el FA el 40% (850.000 votos) en octubre de 1999 frente a un 31% del P. Colorado, un 20% del P. Nacional y un 6% del Nuevo Espacio (socialdemócrata). En la segunda vuelta de noviembre Jorge Batlle (colorado) supera por 7% (170.000 votos) al FA -que se arrima al millón de votos-, con el apoyo del P. Nacional.

La reforma constitucional instala además una elección aparte para las municipales, que se realizaron en mayo del 2000. Aquí se consolidó el FA en Montevideo al triunfar por tercera vez consecutiva, con un 57%, pero se frustran sus expectativas de ganar en otras intendencias importantes, en Departamentos donde había ganado en octubre, lo que demuestra una recuperación de los partidos tradicionales, a través de una alianza del tipo del balotaje, y permite también cierta recuperación del P. Nacional, ya que sus votantes tradicionales, muchos de los cuales rechazaron en las nacionales a sus candidatos, tuvieron candidatos locales a los que votar. Lo hicieron en gran medida y el P. Nacional obtuvo la inmensa mayoría de las intendencias del interior.

Este resultado señala claramente, a grandes rasgos, cómo y hasta dónde la crisis económica y las luchas sociales hicieron avanzar en este periodo la conciencia de importantes sectores de nuestro pueblo. Hay que tener en cuenta que existe también una difundida conciencia a nivel del pueblo de los riesgos de un posible triunfo del FA (experiencia chilena).

 

Situación Política

En el 2001 la coalición de gobierno de los 2 partidos tradicionales se ha mantenido (disciplinada al extremo por la necesidad de cada voto en el Parlamento) pero han aumentado los choques y se han conformado nuevos sectores y agrupaciones en el Partido Nacional (socio del Partido Colorado, triunfador en las elecciones de 1999). Ha habido chispazos de crisis política, generados por la crisis vinculada a la Aftosa, además de temas de corrupción (algunos vinculados a la Argentina), también por temas vinculados a los derechos humanos y recientemente por accidentes, robos e incidentes ocurridos en la Armada Naval (hecho que llevó a la destitución del propio Jefe de la Marina).

Por otro lado la coalición de izquierda, el Frente Amplio (FA), prácticamente no sale de las acciones parlamentarias y de la promoción de estos plebiscitos eternos que le permiten hacer un juego semielectoral y de permanencia en la opinión pública. Del 21 al 23 de este mes (septiembre 2001) el FA realizó su IV Congreso. Allí los sectores más socialdemocráticos, que controlan aproximadamente el 80 % del FA, se plantearon una llamada actualización ideológica, expresada en un largo material de una clara renovación programática e ideológica, con una fuerte tendencia a quitarle contenido antiimperialista consecuente, entre otras cosas. Este Congreso terminó aprobando un material intermedio, dado que hubo cierta resistencia, por parte de las bases y de algunos sectores políticos, a ese material de la mayoría. Se sale del Congreso con un material prácticamente consensuado, donde el propio MPP (Movimiento de Participación Popular) sirve de factor decisivo de acercamiento y acompañamiento a los sectores más reformistas. De esta forma el FA “se prepara para ser gobierno”.

 

Situación Sindical

El nivel de lucha va en aumento. Se podría decir que las luchas más importantes de este año, a pesar de que no se ha logrado todavía un gran nivel, son las de los trabajadores de las empresas públicas contra las privatizaciones. Se han realizado marchas, actos conjuntos de algunos miles de trabajadores en Montevideo y el interior (a la vez que se sigue impulsando el plebiscito antes citado). Otro sector que se ha visto obligado a luchar es el de la Salud -principalmente la Salud Privada- golpeado por la crisis, que provoca permanentes cierres de empresas.

Los municipales, sobre todo en algunos Departamentos del interior del país, se vienen movilizando cada vez más seguido, en especial por el pago de sus salarios (en algunos casos se practican ya los cortes de ruta). También es de destacar una reanimación de la lucha de los sindicatos de docentes, sobre todo de Secundaria.

En el correr de este año se han realizado 2 paros generales muy importantes con un gran acatamiento, el último en julio. Vienen demostrando un potencial muy favorable para este tipo de medidas, aunque el reformismo permanentemente retrocede ante esto. En estos paros, la lucha por trabajo viene siendo ya un tema central.

Se realizó a fines de julio el VII Congreso del PIT-CNT (central obrera única) con la participación de más de 500 delegados. El reformismo en su versión más socialdemocratizada era la fuerza principal antes del Congreso. Se planteó nuevamente una reestructura organizativa cuyo centro fue la reducción del número de sindicatos que integran la Dirección. No sólo no lograron este objetivo sino que este sector, liderado por el Sindicato bancario (AEBU) con 9 sindicatos más, terminó renunciando y quedando fuera de la Dirección, debido a una correlación de fuerzas que se expresó de la siguiente forma: sectores clasistas firmes: 120 delegados; sectores afines más moderados, tipo MPP y otros: 60 delegados (que votaron 90% de las mociones junto a los sectores clasistas). En la cuestión de la reestructura de la Dirección se unieron a estos sectores las alas izquierdas del PC revisionista y del Partido Socialista.

Todo esto tiene su importancia en el plano sindical y en el plano político, lógicamente. Refleja un avance de las agrupaciones clasistas en el conjunto del movimiento obrero. Sin ser todavía un gran avance, muestra una mayor voluntad de lucha y el rechazo a las direcciones reformistas, a pesar que se favoreció circunstancialmente al PC revisionista en el Ejecutivo de la Central, donde ahora tienen 5 en 12.

Otro tema positivo del Congreso fue la aprobación de un Programa (aunque todavía esté en el papel) que surge a contracorriente de los planes del reformismo. Es un Programa bastante avanzado en cuanto a las reivindicaciones salariales y las exigencias en la lucha por trabajo, la oposición a todo tipo de privatizaciones e incluso el planteo de no pago de la deuda externa.

En el plano sindical nuestro Partido ha avanzado, ha ganado algunas posiciones en este año en sindicatos como el de docentes (y otros vinculados) y sobre todo en una importante Federación Nacional, donde por primera vez hemos conquistado una Secretaría General. También hemos avanzado algo en el movimiento de desocupados, que es aun muy nuevo y está haciendo sus primeras experiencias de organización y de lucha pero que tiene una gran perspectiva. Este movimiento también ha realizado algunos cortes de rutas y avenidas, aunque pequeños todavía. Nuestro Partido plantea insistentemente la necesidad de unificar allí alrededor de unos pocos puntos programáticos (trabajo, salario, contra las privatizaciones, moratoria de la deuda externa) y de utilizar métodos de lucha clasistas, de revalorar los métodos combativos tradicionales -constantemente cuestionados por el reformismo, debido a la posibilidad de un triunfo del FA y por el uso abusivo de los plebiscitos-.

En el seno de la Federación de Estudiantes Universitarios (FEUU), importante organización gremial que abarca 70.000 estudiantes, se ha desarrollado nuestro Partido y su Juventud Comunista Revolucionaria (JCR), y estamos haciendo una experiencia de avanzada principalmente en la Facultad de Humanidades, donde hace pocos días obtuvimos nuevamente un éxito, logrando 1 de los 2 delegados de la Facultad al Consejo Federal (Dirección colectiva de la Federación). Existe en Humanidades una Agrupación claramente identificada con nuestra línea y con nuestro estilo, una Agrupación que se ha puesto a la cabeza de las luchas, y hay también influencia directa en 3 facultades más. Indirectamente, a través de alianzas, extendemos aun más nuestra influencia. Nuestro Partido le asigna a este trabajo entre el estudiantado una gran importancia estratégica.

 

 

Partido Comunista Revolucionario del Uruguay